- Área: 865 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Fernando Alda
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los principios clásicos inherentes a la labor del diseñador, subyacen en la poética arquitectónica de Palladio 500. Ubicado en el nuevo barrio de Santa María Golf & Country Club de Panamá, el apartamento se sitúa en la quinta planta de un edificio con vistas al lago del Hoyo 9 de la cancha de golf.
Uno de los objetivos principales era lograr que el programa habitacional se desarrollase en una sola planta, fuese un único espacio diáfano y, a su vez, contase con unos ambientes que se reconociesen independientes unos de otros.
En una superficie total de 850 m2, con una generosa altura de 5 m, un sistema estructural existente de grandes vanos y unos huecos de fachada no modificables, la primera decisión fue la de establecer una sucesión de espacios, apoyándonos en el lenguaje clásico. Los espacios públicos (la sala, el comedor y el den) se sitúan al frente, con la terraza como telón de fondo; los más privados, las recamaras, la cocina y el área del servicio, quedan relegados a la parte posterior.
El programa sigue el recorrido del Sol, el ciclo de luz natural que acompaña el ritual de actividades desarrolladas a lo largo del día en cada uno de los ámbitos de la casa. Desde el oriente, donde se sitúan la cocina y el desayunador, hasta el poniente, donde se ubican el den y el bar. Esta disposición genera una planta dónde el programa fluye de un modo sencillo y organizado, con un desplazamiento continuo y natural en torno al núcleo de comunicaciones.
En una paleta monocromática de grises neutros usada en todas las superficies de la casa, paredes de micro-cemento y pisos de piedra gris natural, el bambú machihembrado color miel emerge como material cálido que equilibra ese carácter industrial. En el caso del área pública, aparece como una gran superficie horizontal suspendida de la losa, ligera, flotante y que hace las veces de cielo y lámpara. En las recamaras, se utiliza en el plano opuesto, como alfombra tradicional dispuesta en punta Hungría. La otra madera empleada, el roble natural, se reserva para el mobiliario que emerge en el espacio como focos de luz.
El trabajo de la piedra llega a su máxima expresión en los baños. Para cada ducha se diseñó una plataforma única en mármol griego Volakas que oculta los sumideros. El lavamanos del baño de visitas fue concebido como una escultura en una sola pieza de mármol de carrara.
La necesidad de los habitantes de contar con un espacio libre donde recuerdos y decoración fuesen fruto de experiencias y viajes, permitió dejar en sus manos el ornamento. Cualquier otra forma de “ornamento es delito”.
Palladio 500 representa el sueño de democracia que, partiendo de un centro, crea espacios de diálogo protagonistas y no periféricos, donde la idea general engloba y pone en común aquellos elementos que, al igual que los habitantes, los hombres, tienen la necesidad de comunicar.